La batería de fosfato de hierro y litio (batería LFP) es una batería de iones de litio, el material del electrodo positivo es fosfato de hierro y litio y el material del electrodo negativo suele ser grafito o carbono.

Las baterías LFP tienen las siguientes ventajas:

Alta seguridad: en comparación con otros tipos de baterías de iones de litio, las baterías LFP tienen una mayor estabilidad química y no causarán combustión o explosión debido a altas temperaturas o daños mecánicos.

Ciclo de vida prolongado: las baterías LFP tienen un ciclo de vida prolongado y pueden realizar miles de ciclos de carga y descarga, lo que es más duradero que otros tipos de baterías de iones de litio.

Buen rendimiento a altas temperaturas: las baterías LFP tienen un mejor rendimiento a altas temperaturas y son adecuadas para su uso en entornos de alta temperatura.

Protección del medio ambiente: los materiales de la batería LFP no contienen sustancias nocivas como metales pesados ​​como el cadmio y el mercurio, y son respetuosos con el medio ambiente.

Carga rápida: las baterías LFP se cargan más rápido y se pueden cargar por completo en poco tiempo.

Densidad de energía moderada: aunque la densidad de energía de las baterías LFP no es tan buena como la de otros tipos de baterías de iones de litio, su densidad de energía moderada permite que se use ampliamente en muchos campos, como vehículos eléctricos, sistemas de almacenamiento de energía, etc.

En resumen, las baterías de fosfato de hierro y litio se han utilizado ampliamente en vehículos eléctricos, sistemas de almacenamiento de energía y otros campos debido a sus ventajas, como alta seguridad, larga vida útil, buen rendimiento a altas temperaturas, protección del medio ambiente, carga rápida y densidad de energía moderada.